Ya en Irlanda hablamos con el chico de la puerta. Era Maguire y nos dijo entre otras cosas que había un fantasma en el
castillo. Luego entramos en el bar y hablamos con todos los que allí se
encontraban. Cogimos un alambre del hombre que estornudaba justo en el momento que éste lo hacía.
Salimos afuera y hablé con Maguire y averiguamos que Flitzgerald conocía a Peagram. Entonces volvimos a entrar para hablar con
Fitz que insistía que no conocía a Peagram. Entonces hablamos con los hombres
del bar y Doyle nos dijo
lo que queríamos saber cuándo le invitamos a una pinta. Volvimos a hablar con
Fitzy y nos habló sobre un paquete a entregar a Marquet. Después se va del bar y es arrollado por un coche y después es
secuestrado por un duende disfrazo según Maguire que lo presencia todo.
Volvemos al bar y hablamos con todos. Cogimos una toalla de Doyle mientras se tomaba la pinta ya que sólo podíamos cogerla cuando bebía. Era hora de visitar el famoso castillo. Subimos la colina que estaba a la derecha del bar y cuando llegamos nos encontramos que había una persona leyendo un libro que nos impedía escalar la muralla. Le hablamos sobre Fritzy y se fue al bar ya que es su sobrino. Una vez el camino despejado escalamos y utilizamos la palanca de alcantarillas para poder alcanzar la cima. Logramos pasar al castillo.
Allí, una malhumorada cabra nos impedía el paso a las escaleras. Para poder pasar necesitábamos que la cabra nos tirase al suelo mientras nos dirigíamos a las escaleras para luego rápidamente y corriendo hacia el arado del lado izquierdo, el cual pillaría la cuerda de la cabra, impidiéndole el movimiento. Ya podíamos bajar la escalera. Una vez abajo había una estatua pequeña que tiramos al suelo y luego pusimos en su posición original. Descubrimos que esos cinco agujeros se asemejaban a los cinco que había a la izquierda del muro. Entonces cogimos un poco de yeso de la bolsa de la derecha y lo pusimos en los agujeros del suelo. Ahora necesitábamos agua. Volvimos sobre nuestros pasos hacia el bar.
En el bar nos enteramos que el tirador de cerveza estaba roto. Hablamos con el barman Leary y le enseñamos nuestra tarjeta de electricista, la de Kham. Entonces nos dejó revisar su cocina. Colocamos el trozo de cable en el enchufe y arreglamos el lavavajillas. Ahora tocaba reparar el grifo. Nos dirigimos al sótano. Pulsamos la palanca y volvimos arriba. Salimos a la puerta del bar y abrimos la trampilla grande. En ese momento apareció Kham para preguntarnos si habíamos visto algo. La respuesta fue obvia.
Volvimos abajo del sótano y encontramos la gema de Peagram y cogimos también una linterna. Giramos el grifo y empapamos la toalla y fuimos corriendo al castillo, a la zona donde se encontraba el yeso para mojar el molde. Ya teníamos el molde de los cinco agujeros el cual cogimos y usamos en los agujeros de la izquierda, logrando abrir un pasadizo secreto. Nuestro tiempo en Irlanda había terminada.
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